Las Administraciones públicas mexicanas instalarán inhibidores de señal móvil en 78 de las 429 prisiones del país para frenar la extorsión telefónica, originada en su mayoría en las cárceles, publicó hoy el diario Reforma.
Con base en documentos oficiales, se afirma que este número de cárceles alberga al 75 por ciento de los presos del país y que desde allí se cometen vía telefónica extorsiones y secuestros virtuales (llamar a un familiar de alguien fingiendo que éste ha sido secuestrado).
No cabe duda que los mexicanos tienen el ingenio para planear las extorsiones, nada más y nada menos que en las cárceles, creó que la administración actúa de buena forma, estos delitos no pueden pasarse por alto, han sido muchos los usuarios de telefonía celular quienes han sufrido en carne propia el engaño y la mentira de estas personas.
Y de acuerdo con expertos el 85 por ciento de los teléfonos móviles que se introducen en las prisiones se hace por medio de los guardias y el resto por visitantes con aval de las autoridades.
Que tal e como les quedo el ojo para que vean que estas personas no pierden el tiempo, ni le pierden.
Gracias a esto se propicia un mercado negro en el que los guardias venden los teléfonos a los internos (por hasta 2.000 pesos, unos 153 dólares) y les cobran una cantidad mensual (de hasta 1.000 pesos, unos 76 dólares).
Lo bueno es que en abril entró en vigor la obligatoriedad de registro de líneas móviles para intentar frenar los delitos cometidos por este medio desde las cárceles y ubicar a sus responsables
Ahora si hay que bloquear la señal para que no suceda esto en el país.
Con base en documentos oficiales, se afirma que este número de cárceles alberga al 75 por ciento de los presos del país y que desde allí se cometen vía telefónica extorsiones y secuestros virtuales (llamar a un familiar de alguien fingiendo que éste ha sido secuestrado).
No cabe duda que los mexicanos tienen el ingenio para planear las extorsiones, nada más y nada menos que en las cárceles, creó que la administración actúa de buena forma, estos delitos no pueden pasarse por alto, han sido muchos los usuarios de telefonía celular quienes han sufrido en carne propia el engaño y la mentira de estas personas.
Y de acuerdo con expertos el 85 por ciento de los teléfonos móviles que se introducen en las prisiones se hace por medio de los guardias y el resto por visitantes con aval de las autoridades.
Que tal e como les quedo el ojo para que vean que estas personas no pierden el tiempo, ni le pierden.
Gracias a esto se propicia un mercado negro en el que los guardias venden los teléfonos a los internos (por hasta 2.000 pesos, unos 153 dólares) y les cobran una cantidad mensual (de hasta 1.000 pesos, unos 76 dólares).
Lo bueno es que en abril entró en vigor la obligatoriedad de registro de líneas móviles para intentar frenar los delitos cometidos por este medio desde las cárceles y ubicar a sus responsables
Ahora si hay que bloquear la señal para que no suceda esto en el país.
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